Crónicas

ALCORTA: CAMPAÑA PAREN DE FUMIGARNOS / Ariel Palacios
FOGATAS EN LA NOCHE TÓXICA

Una jornada de discusión, una multiplicidad de miradas, una experiencia pública en el mejor sentido de la palabra, con la consigna de pensar la salud y el medioambiente en el corazón mismo de la pampa química. La Campaña Paren de Fumigarnos llegó a Alcorta y desde allí se proyecta a los pueblos sometidos a la lluvia de agrotóxicos en la la sojizada pampa gringa. Desde una comunidad movilizada que dice basta se suma este debate que ya está abierto y multiplicado en toda la región. De su impronta y alcances, de sus futuros, quiere hablar esta crónica.


NOTICIA DE UN ENCUENTRO
El pasado viernes 27 de febrero, en el salón del Centro de Jubilados y Pensionados Nacionales de Alcorta, se llevó adelante una charla abierta con referentes de la multisectorial Paren de Fumigarnos. Organizada en el marco del espacio de construcción y expresión ciudadana denominado El Encuentro, que enlaza experiencias artísticas y de promoción de derechos surgidas en nuestro pueblo, dicha charla contó con la presencia de María Victoria Dunda, abogada de la Red de Pueblos Fumigados; Yamila Frisón, integrante de los equipos técnicos del diputado provincial José María Tessa (Partido Nuevo Encuentro) y Carlos Manessi, ingeniero agrónomo y miembro del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat).
La jornada, que convocó a un centenar de asistentes y en la que no estuvo ausente el debate, giró en torno a los efectos que los modos de explotación agraria tienen sobre la salud humana y el medioambiente. Asimismo, la actividad fue ocasión propicia para informar acerca de los aspectos legales que regulan la aplicación de agrotóxicos y que protegen a individuos y comunidades, sin obviar los posibles y necesarios cambios al respecto ni las propuestas de una producción rural atenta al cuidado de los suelos y al fomento de pueblos sanos.
Coronada con las intervenciones musicales de Eber Fratocchi y el grupo Reggaeactiva, y transmitida en vivo por Radio Imagen, la charla abierta del 27 de febrero fue un paso más en la tarea de revalorización del ámbito público como escenario de argumentación, discusión y propuestas colectivas. La larga tela que dejó para cortar abarca cuestiones que van desde la globalización económica hasta los cambios culturales que pesan a la hora de relacionarnos con la tierra y sus frutos, pasando por las políticas estatales que abordan la materia. Entre apunte y contrapunto, se escribió también esta noticia.

SOBRE, DESDE, BAJO UN RÍO QUÍMICO
En diálogo con Prensa Regional, el ingeniero Carlos Manessi dio cuenta de las características y objetivos de la multisectorial de la que forma parte, y que brinda su nombre a la campaña de información, sensibilización, denuncia y promoción de alternativas que se desarrolla en la provincia de Santa Fe: "La campaña Paren de Fumigarnos es un colectivo de organizaciones que estamos preocupadas por lo que está sucediendo con la salud de los vecinos de los pueblos fumigados. El objetivo central que tiene es hacer visible la problemática y que lo discutamos entre todos, y también ir presentando alternativas a las formas de producción que hoy son mayoritarias. Tengamos en cuenta que hoy se produce soja en base solamente a químicos, y que tiene que haber otras maneras de producir sin que se afecte la salud de la gente. Porque, realmente, lo que se está padeciendo en los pueblos de la provincia es una cosa increíble".
Amén de las consabidas consecuencias que las aplicaciones de agrotóxicos tienen sobre las personas, y que se expresan en las formas en que los habitantes de la cuenca sojera enferman o mueren, Manessi rescató de sus recorridos por la geografía santafesina la preocupación de la gente. Este hecho, más que limitarse a la queja por la queja misma o a la búsqueda de salidas individuales, halla su traducción en una creciente participación ciudadana que, para Manessi, viene hablando de "la toma de conciencia por parte de los vecinos", y agregó: "Yo creo que es importantísimo lo que está sucediendo en el interior. La reunión de hoy en Alcorta, con tanta cantidad de vecinos preocupados, se repite a lo largo y a lo ancho de la provincia. Eso significa que hay una toma de conciencia de que están impactando muy fuertemente los químicos sobre la salud de la gente, y también va abriendo las puertas para discutir otras maneras de producir. Yo creo que en algún momento tendrá que verse reflejado en los poderes políticos de la provincia esta cuestión. Nosotros, con el proyecto de ley que modifica la vieja ley de fitosanitarios en la provincia, fuimos presentando la propuesta en doce de los departamentos santafesinos, en las ciudades más importantes, y a partir de ahí es como que se disparó toda esta cuestión de discutir y poner sobre el tapete lo que está sucediendo. Hoy Santa Fe es una provincia en que el tema de la forma de producción se está discutiendo en todos los niveles: sociales, políticos, jurídicos. Yo digo que en los próximos años vamos a ver cambios. Hay que tener ese horizonte de esperanza porque de lo contrario, realmente, vamos a estar muy mal".
A contrapelo del mandato cultural que pone el acento en la competencia y el "sálvese quien pueda", las experiencias de Alcorta y otros puntos rubrican la apuesta por la recuperación de la política, entendida como herramienta de cambio social y no únicamente como manifestación partidaria, que es la concepción más difundida de la palabra, y que la acota a pujas electorales. En relación al sentido amplio del término, el ingeniero agrónomo sostuvo: "Es la única manera, entendemos nosotros, de que el modelo se vaya cambiando. Si no participa la gente, si la sociedad no se hace cargo de que esto es un problema que nos atañe a todos, va a ser muy difícil. Porque no olvidemos que el modelo de la soja es un modelo que tiene mucho poder económico. Así que, o es el poder económico o es el poder de la gente. Ahí estamos nosotros, trabajando en eso".

DE CURSO LEGAL
En las aulas del siglo pasado, y acaso esquemáticamente, este cronista aprendió que las leyes son el fundamento de una sociedad, y que sin leyes no existen marcos que ordenen y orienten las acciones humanas. ¿Qué ocurre entonces cuando ciertas leyes rigen en función de un modelo que concentra riquezas y enferma a las mayorías? Apelando a la convicción transformadora antes que a los manuales escolares, Carlos Manessi afirmó: "Partamos de la base de que vivimos en democracia. Las democracias se rigen por leyes. Entonces, si hay algunos aspectos de la vida en que el modelo nos está impactando, lo que tenemos que ver es cuáles son las leyes que, modificándolas, también van a modificar algunas de las causas de nuestros padecimientos. La campaña Paren de Fumigarnos se fue cimentando, se fue haciendo, en base a esa cuestión hasta que llegamos a la conclusión de que la única manera que hay hoy en la Argentina es cambiar las leyes y poner leyes que nos beneficien. Leyes que no beneficien sólo a un sector, sino que beneficien al conjunto de la sociedad. En eso creo que el proyecto que nosotros presentamos en la legislatura, y que ha tenido un tránsito positivo porque tuvo dictamen por mayoría en tres comisiones, nos está demostrando que no estamos errados".
Entre otros puntos, el citado proyecto impulsa:
-la prohibición de las aplicaciones aéreas de agrotóxicos, a no ser las realizadas con fines sanitarios.
-la delimitación de "zonas sensibles", como las plantas urbanas, los establecimientos educacionales rurales, los parques industriales, los complejos deportivos y recreativos, las zonas de interés turístico y las áreas naturales protegidas.
-la limitación de las aplicaciones terrestres de agrotóxicos, fijando una distancia de 800 metros de las "zonas sensibles".
-la protección de las escuelas rurales fijando una zona de resguardo libre de agrotóxicos de 1.000 metros.
-la creación de la receta agronómica confeccionada por Ingeniero Agrónomo por triplicado como requisito para la venta de productos a aplicar.
-la prohibición de la venta y uso libre de todos los agrotóxicos.
-la prohibición del tratamiento mediante pesticidas o insecticidas en camiones o vagones de cualquier tipo de granos o semillas.
-la prohibición de las aplicaciones de agrotóxicos en banquinas.
-la prohibición de la utilización de agrotóxicos en plantas de acopio, silos, silos bolsa y terminales portuarias.
-la prohibición del reciclado o reutilización de los envases de agrotóxicos.
-la promoción de políticas de fomento en áreas suburbanas de producciones alternativas agroecológicas.

VOCES DEL PAGO CHICO
Como corolario del encuentro del 27 de febrero, dos de sus participantes sumaron sus voces a este informe. En primer término, el músico Eber Fratocchi expresó: "Desde lo personal, rescato que se haya abordado el tema ofreciendo además soluciones que, si bien son factibles, dependen de un cambio de conciencia social, política, económica, cultural, etc. Me pareció interesante la participación del público manifestando su punto de vista, como así también la predisposición de los profesionales, quienes expusieron claramente su postura, la que comparto, sin confrontar ni hacer responsable a un solo sector en particular, considerando que todos somos en mayor o menor medida posibles motores del cambio. ¡Pobre! Creyéndose el humano un ser superior, subestimando la sabiduría de la naturaleza, justifica la obviedad de algunos actos…demostrando así la mediocridad de la especie. Algo que extermina a cualquier ser vivo, no puede ser inocuo".

Por su parte, Soledad Cerqueira, miembro de la asociación local Vecino, concluyó: "El impacto sanitario del uso de agrotóxicos es un grave problema de salud pública. El Estado debe ser garante de la salud pero el uso de agroquímicos se autorizó sin estudios previos y fueron los trabajos de médicos de pueblos los que mostraron las consecuencias. Monsanto sigue sin presentar estudios sobre los efectos en la población expuesta y manipulando información sobre la peligrosidad. Ya no hay dudas, porque vemos todos los días sus efectos pero se mantiene silenciado porque conviene a pocos la enfermedad de muchos y nosotros también seguimos acreditando trabajos para pedir leyes o su cumplimiento. En esta charla, que fue abierta, se trató de pensar la salud como un derecho de todos, la salud como un bien no influenciado por políticas partidarias ni por beneficios personales o conflictos de intereses. Por este derecho primordial pedimos nada más y nada menos que el cumplimiento de una ley que nos protege a todos por igual".

Así las cosas en el pago chico. Arden fogatas en su noche tóxica.


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Ariel Palacios: Escritor y periodista nacido en Alcorta en 1973. Es licenciado en Comunicación Social (UNR, 2002). Colaboró con el Instituto Gino Germani (Facultad de Ciencias Sociales, UBA) en una investigación sobre el impacto de las políticas de los años 90 en los pueblos rurales de la pampa húmeda. Desde el año 1997 dirige la Revista Postales (Alcorta), y es redactor del periódico Prensa Regional. En televisión, obtuvo los premios ATVC 2001 y ASTC 2003 por "Audiencia debida. Crónicas del sur" (Cablevisión Alcorta / Sacks Paz Televisora); y el Premio Juana Manso 2011 por "Estación Sur", en las mismas emisoras. En 2003 publicó "Historias a campo traviesa. Sangre, soledades y fuegos en la Argentina rural" (Tropiya / UNR Editora) y en 2009 "Combatiendo al capital. Rucci, sindicatos y Triple A en el sur santafesino" (Editorial Municipal de Rosario), en co-autoría con Jorge Cadús.