Crónicas

1982: UN MALÓN ROSARINO EN OBRAS / Jorge Cadús
QUÉ SON ESAS PALABRAS

El 14 de mayo de 1982, Juan Carlos Baglietto –al frente de un malón de artistas rosarinos- copaba Obras, en la presentación del disco Tiempos Difíciles. Para entonces, el álbum ya había vendido 30.000 copias, y la figura crística del flaco barbado ganaba popularidad en una Argentina que despertaba de la noche de sangre y pólvora en las esquinas. Lo que sigue es parte del libro inédito “Qué son esas palabras. Orígenes de la Trova rosarina (1973/1983), de próxima aparición. Una crónica de identidades en fuga y estaciones donde retumba, todavía, el eco maldito de un país por ser.


Escribe el periodista Daniel Briguet: "A comienzos de 1982, entre los ecos del Festival de La Falda y el drama desatado por el desembarco en Malvinas, emerge una figura inédita en el mundo del rock: la figura del cantor".
"En Obras primero, en el anfiteatro de La Falda, el público porteño se sorprende ante un intérprete cuyas letras, dichas con inusual vigor y nitidez, apenas encuentran referencia en algunos temas de los pioneros (Moris, Tanguito). Su repertorio está integrado por autores disímiles, forjados en un ámbito común. Baglietto es la marca de esa comunidad y su punta de lanza..." abunda el periodista, para quien "el boom Baglietto crece sobre los nuevos espacios de difusión abiertos por la guerra".

El cantautor Héctor Pichi De Benedictis coincide con Briguet, al afirmar que "es muy importante, y un dato no menor, que Baglietto fue el primer intérprete del rock argentino. Porque no estaba permitido en el rock argentino salir con tu obra si no tenés obra propia. Con Baglietto aparecieron los intérpretes. Y Baglietto llevaba en las valijas toda nuestra música. Sin Baglietto no seríamos una mierda nosotros..."
Está claro que De Benedictis no deja de lado el contexto: "en el medio ocurre esto de Malvinas, que es determinante. En paralelo, o en sincronía, al desembarco de Juan en Buenos Aires. Porque Juan firma para EMI Odeón, que era una compañía inglesa. Y cuando pasa lo de Malvinas, Odeón no puede sacar discos de músicos ingleses, porque la dictadura había prohibido la difusión de música. Entonces toma a Juan, y lo lanza con todo, y Juan vendió como pan. Yo en esa época daba clases de guitarra, y era raro, porque a partir de la difusión de las canciones Fandermole había perdido un hijo y se había querido suicidar, y escribía por eso; y Abonizio había estado preso, y escribía por eso... Nada: la gente le inventaba a cada uno una historia..."

"La aventura bélica de Galtieri & Cía llevó a la casa central de EMI Odeón en Inglaterra a remitir un télex ante la coyuntura. Ante la pregunta de este cronista: ¿Pero entonces fue cierto lo del telegrama?; un testigo de aquellos hechos recordó: Por supuesto. Palabras más, palabras menos, decía que la empresa se veía impedida de lanzar productos ingleses al mercado argentino y aconsejaba difundir artistas nacionales que expresaran el momento..." refiere el periodista Horacio Vargas; quien aporta un dato interesante: "El consejo de la compañía británica no podía llegar en mejor momento para Baglietto. Terminaba de grabar su primer álbum, Tiempos difíciles, después de haber sido descartado otro título más oportunista: Tiempos de guerra".

Tiempos difíciles salió a la venta en abril de 1982; y habría de erigirse en el primer disco debut que vendió alrededor de 30.000 copias durante el mes de su lanzamiento.
Para fines de ese año, el álbum suma 75.000 copias vendidas, y con un crecimiento sostenido que lo llevará a alcanzar en los meses posteriores las 120.000 placas.
"Rápida y mágicamente nace un repertorio colectivo", certifica el lúcido analista Daniel Briguet.

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Tiempos difíciles se presentó oficialmente en Capital Federal el 14 de mayo de 1982, en el estadio Obras Sanitarias, y el 22 de mayo en Rosario.
Para entonces, Julio Avegliano confirmaba las cifras de un fenómeno pocas veces visto en la historia de la música popular argentina: "este disco ya vendió 10.000 unidades en una semana, son cifras oficiales"; y afianzaba el proyecto sostenido por la discográfica alrededor de la figura de Baglietto y compañía: "El contrato con Odeón es por 6 años y establece un mínimo de 1 LP por año. Se ha invertido mucha plata, para Obras solamente hay más de 14.000 palos de gastos".
"Creo que Juan puede ser el primer artista que a partir del rock llegue realmente a ser masivo, al nivel de un Cortés o un Serrat. Porque el rock sigue siendo un movimiento muy numeroso en gente pero sectorizado. Y creo también que es un tipo exportable. He viajado por Latinoamérica y pienso que muchos de los temas que hace pueden pegar. La idea es que después del tercer disco se haga una recopilación de los tres para editar en Latinoamérica", proyecta el productor y representante artístico.

El Expreso Imaginario publica en su edición de junio la crónica de aquel recital, escrita por León Melkíades.
La banda que acompañó a Baglietto fue la misma de las primeras suelas gastadas en Obras poco menos de un año antes; la de los pasillos de EMI, con las noches en velas y los festejos con galletitas de agua. Garré en voz, coros y percusión; Páez en los teclados; Goldín en guitarra eléctrica, voz y coros; Pusineri en la batería; Zappo Aguilera en la percusión; el Muerto Sáinz en las cuatro cuerdas del bajo; más la presencia de Oscar Feldman en saxo.
Aquel concierto -al decir del cronista del Expreso- "tuvo características inusuales desde varios ángulos. Uno de ellos es casi tácito y radica en el propio Baglietto, que es sin duda, una de las revelaciones de este año. Otro podría apoyarse en el buen desenvolvimiento de los miembros del grupo, que en conjunto, son el segundo pulmotor de la música de Juan (dado que el primero sería su voz y su guitarra) y el tercero incluiría no sólo el repertorio -una acuarela de 'música contemporánea', folklore y por sobre todo, tango (aquí tenemos la gran influencia de su tecladista, Fito Páez, compositor de la mayoría de los temas de esta vertiente) sino también la atención prestada en cuanto al listado de temas, que fueron -gran mérito de Juan- coloreando, modulando todo el espectáculo".

Rubén Goldín cuenta que "cuando llegábamos a Obras, en la combi, vimos que había en la puerta una cincuenta personas. Y dijimos, 'uy, esto es un fracaso. Cincuenta personas en Obras'. Después supimos que eran los que quedaban afuera, Obras estaba repleto..."
"El comentario de mi viejo, el Tito, y se lo dijo a Hilda, mi mamá, era que con la música que yo estaba haciendo nunca iba a meter más de doscientas personas", cuenta Baglietto.
Y sigue: "ellos estuvieron el 14 de mayo en Obras. Estaban los dos sentaditos en la platea. Al poco tiempo mi vieja se fue, tenía un tumor en la cabeza. Y tenía momentos que estaba, y a veces se iba. Y la Hilda lo codea al Tito, y le dice: Tito, me parece que acá hay más de doscientas personas".

"Baglietto pasó de 'La Censura' y 'De Regreso' (el hit pero en versión acústica) a 'Puñal tras puñal' (ya con Fito en piano) atravesando diferentes estilos (el candombero 'Pa'trabajar') hasta derivar en un chamamé ('Mate Cocido') acompañado por Raúl Barboza (acordeón), un pilar de inigualable talento en su instrumento. Barboza interpretó -acompañado de dos guitarristas- un par más de chamamés transformándolo todo en una peña para 5.000 personas", reconstruye la crónica de Melkíades.
Y continúa: "Finalizado el set de Barboza, volvió Baglietto para tocar una serie de temas 'acústicos' -digamos, de poca instrumentación eléctrica- que constituyeron en sí un recital aparte. De ahí podemos rescatar 'El Melandólico', 'El Témpano' a dúo con Silvina, 'De Abril' el folk, y 'Los Nuevos Brotes' con un buen interplay por parte de la banda".
La descripción detalla del periodista enumera todas y cada una de las canciones que forjaron aquella noche de Obras, que se inscribirá en la historia musical como fecha de nacimiento de la Trova Rosarina: "después, poniendo el esfuerzo donde hay que ponerlo para que un show no decaiga (dado que fueron más de 23 temas) volvieron los temas eléctricos de donde se destacaron 'Cielito' (un tema lento con cadenza García) y 'Escenario' (donde la voz de Baglietto se integró -sin perderse jamás- a los afilados cortes instrumentales). Ya llegando al final 'La vida es una moneda' y 'La Música del Río de la Plata' -un candombe eléctrico por demás swingero y estridente cerraron el concierto. Por supuesto, la música volvió con un par de bises, uno de los cuales fue el festejado 'De Regreso' esta vez con banda".
En el balance de León Melkíades, "en cuanto a lo musical, Baglietto ha sabido encontrar la horma de su zapato que es, sin duda, Fito Páez. Los temas de Goldín -si bien su autor exigió atención al público- no cuadran en la veta que Baglietto -y Páez- evidentemente, están interesados en explorar. El sonido y las luces terminaron por redondear el espectáculo ofrecido por este rosarino que ya está consiguiendo su lugar entre los grandes del movimiento".

De aquella mítica noche -verdadero bautismo de fuego para el errante y tozudo movimiento artístico parido en Rosario- queda el registro filmado por Mario Piazza: un quijotesco y electrizado Baglietto, montado en su guitarra, contando -una vez más- la historia del regreso del cautivo.

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Imagen: Fabián Gallardo



Jorge Cadús: Es periodista. Es redactor y editor del periódico El Prensa; y columnista de varias páginas web de noticias. Forma parte del grupo fundador del Proyecto de Comunicación Alapalabra, de Madres de Plaza 25 de Mayo de Rosario. Es autor de "Postales de un desierto verde" (Tropiya ediciones, 2004); "Un tiempo ayer ceniza. Historias de la dictadura en el sur de la provincia de Santa Fe" (EMR, 2006) junto a Facundo Toscanini; "Combatiendo al capital. 1973-1976. Rucci, sindicatos y Triple A en el sur santafesino" (EMR, 2009), en colaboración con Ariel Palacios; "La Transa. Crónicas del narcotráfico" (Grupo Editor Postales, 2015); "Los días que vivimos en peligro. La destrucción del trabajo en la región 2015/2018)" (La Chispa, 2018) y "Alcorta: La ciudad invisible" (Grupo Editor Postales, 2019). Obtuvo dos veces el Premio Ciudad de Rosario por estos trabajos. En TV fue director periodístico de "Audiencia Debida. Crónicas del sur"(2000/2002); "Estación Sur. En los rieles de la Patria" (2010/2011) y "Tercer Tiempo. El relato salvaje" (2013/2015); todos en la señal Cablevisión Alcorta / Sacks Paz Televisora. Por esos programas obtuvo los premios ATVC 2001 y ASTC 2003 como mejor programa periodístico; y el Premio Juana Manso 2011 por su abordaje de las problemáticas de género. Desde el año 2006 a la fecha ha dictado en numerosas escuelas de la zona charlas y talleres abiertos sobre el terrorismo de Estado en la región. En el 2011 fue distinguido con el Premio Regino Maders por su trayectoria periodística y su compromiso militante.