Crónicas

ESPACIOS Y JUEGOS COMUNES / Ariel Palacios
MUERTE Y RESURRECCIÓN DE LA CANCHITA

Ligadas por siempre a la infancia y al disfrute del juego por el juego mismo, las clásicas canchitas de fútbol vivieron épocas de auge y luego muchas de ellas desaparecieron. En Alcorta, una iniciativa vuelve sobre la experiencia de compartir pelota, diversión y ámbito de encuentro.


BARBARIE FELIZ
En nuestros pagos, la palabra "canchita" tiene un peso incontrastable. Su sola mención remite a niñez, a juego, a espacio de libertad y creación que claramente difiere de las reglas y la disciplina que impone la práctica deportiva institucional. En su fantástico libro "Wing de metegol", Juan Sasturain define este escenario en los siguientes términos: "La cancha es, evolutivamente, la forma inmediata que sigue al potrero, espacio elemental del juego (…) La cancha conserva un residuo salvaje de potrero elemental que, a su vez, no es otra cosa que pampa recortada".
Quizás como ocurrió con todo lo que cierta cultura definió como "salvaje" allá por el siglo XIX, potrero y canchita se la vieron fiera un poco más acá en el tiempo. Profesionalismo, dinero, pérdida de ámbitos de participación pública atentaron contra la alegría de jugar por jugar. Sin embargo, algo de esa barbarie feliz se resiste y vuelve. Ahí está para demostrarlo la iniciativa del Movimiento Evita Alcorta, que propone junto a los vecinos del barrio La Boca del Tigre la puesta en funcionamiento de una canchita en el predio de Pavón y Alem, donde se asienta una plazoleta.

ABRAN CANCHA
En nota fechada el 7 de noviembre de 2016, y dirigida a la Secretaria de Gobierno comunal, Andrea De la Fuente, los integrantes del Movimiento Evita Alcorta solicitaron "autorización mediante la cual la comunidad del barrio Boca del Tigre pueda utilizar parte del predio de calle Pavón y Alem con fines deportivos y recreativos, ya que la plazoleta cuenta con espacio para adicionar a su lado una 'canchita' donde puedan realizarse dichas actividades".
¿Cómo surgió la idea de la agrupación alcortense? En diálogo con Prensa Regional, uno de sus integrantes, Guillermo Morales, lo cuenta con lujo de detalles: "El proyecto surgió a través de una iniciativa de ver que en algunos barrios no había lugares de recreación, uno de ellos es La Boca del Tigre. Entonces lo que hicimos fue empezar a caminar y ver si había algún espacio donde pudiésemos armar una canchita, armar un potrerito para poder jugar al fútbol, para que los chicos puedan jugar durante su tiempo libre. Y lo que surgió es que en el lugar donde queríamos poner la canchita, ya existía una y la habían sacado. La habían sacado porque parece que a uno de los vecinos le molestaba la pelota. Bueno, lo que hicimos fue recorrer todo el barrio, preguntar si realmente les interesaba tener una canchita, un lugar donde los chicos puedan hacer algún tipo de deporte, donde se pueda ir a ver cómo juegan y todo ese tipo de cosas. Realmente encontramos mucha cantidad de gente que apoyaba el proyecto y decidimos hacer una recolección de firmas para que la gente se sume al proyecto. Nos fue muy bien. Lo presentamos ante autoridades comunales. No creemos que haya problemas con eso: es una actividad que está buena, que trata de sacar a los chicos de la calle e ir al potrero a jugar".
Las firmas que menciona "Guille" Morales alcanzan un número de 223. El acompañamiento a la propuesta es más que evidente.

MÁS ALLÁ DE LAS INSTITUCIONES
Las entidades deportivas alcortenses albergan a decenas de niños y jóvenes. Fútbol, vóley, hockey son las principales actividades colectivas, esas que permiten la competencia en torneos regulados institucionalmente. Sin embargo, toda una pibada queda al margen de esas estructuras. Al respecto, Guillermo Morales consigna que "eso lo estuvimos viendo también, y en el medio de todo eso hay una cuota societaria, hay un montón de cosas. También hay otras cuestiones que son de más análisis, pero que también hacen que algunos sectores de chicos de acá estén alejados de la canchita, o no se les permita entrar a ese sistema. Entonces, lo que tratamos de hacer es que esos chicos tengan un lugar donde puedan ir a jugar, un lugar donde encontrarse, donde trabajar en equipo, donde poder desarrollarse de otra manera. Eso genera una igualdad entre todos los chicos de Alcorta que está bueno que se dé de esa manera".
Como dijéramos al inicio, los espacios barriales destinados al juego sufrieron en las últimas décadas un revés. No obstante, y en palabras de uno de los referentes locales de la agrupación justicialista, "lo interesante sería plantear que haya más canchitas. Hay un slogan de la JP Evita que está muy bueno y que dice 'sin potreros no hay Maradonas'. Eso te pinta todo. Entonces, me parece que ir por ese lado, ir por la recreación de los chicos, ir por la igualdad de los chicos a través del deporte está buenísimo y ahí estamos apuntando".
Al mismo tiempo, nuestro entrevistado confiesa que "las firmas que hemos recolectado a través de las caminatas son para tratar de integrar y ver en qué podemos ayudar". La pelota, por supuesto, no se detiene ahí y viaja por el aire en forma de mundo posible. "Cuando esto esté en marcha, la idea es hacer el viejo y querido torneíto de baby fútbol, que perdimos acá en Alcorta", agrega Guillermo.

VOLVER A JUGAR
Sigue diciendo Juan Sasturain en su "Wing de metegol": "La llanura estaba ahí, un gran espacio liso, con pasto, del que sólo había que elegir un pedazo". Después, obviamente, vinieron las demarcaciones torcidas, los arcos flaquitos. En fin, los límites que, lejos de encorsetar, hicieron de las siestas un aluvión de zapatillas Flecha entrándole a una número 5 de cascos gastados.
Con esa libertad de jugar por puro gusto llegaron las pisadas, las rabonas, las chilenas, las gambetas. Eso que, según Guillermo Morales, "te daba el potrero: esa picardía que en muchos de los espectáculos se ha perdido", porque "es todo muy físico, muy pensado".
Tal vez en esos rectángulos de áreas peladas prevalezca ese fuego que quema con la diversión antes que con la competencia. Ir por ese fuego no es cualquier cosa, pero vale la pena. Algo de salud, de buena salud, debe haber en todo esto. Y también de locura.
En Pavón y Alem estamos a la espera. Tenemos los pantalones cortos preparados y unas ganas tremendas de ensayar la comba al segundo palo, con arquero volando para la foto.
Vayan tomando nota los rivales. Proponemos partido, revancha y, si da, gran final. Y por qué no una yapa a 3 o 4 goles. Tiempo estipulado: desde que peguemos el grito hasta que la noche no nos deje vernos ni las medias.


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Imagen: Archivo Postales



Ariel Palacios: Escritor y periodista nacido en Alcorta en 1973. Es licenciado en Comunicación Social (UNR, 2002). Colaboró con el Instituto Gino Germani (Facultad de Ciencias Sociales, UBA) en una investigación sobre el impacto de las políticas de los años 90 en los pueblos rurales de la pampa húmeda. Desde el año 1997 dirige la Revista Postales (Alcorta), y es redactor del periódico Prensa Regional. En televisión, obtuvo los premios ATVC 2001 y ASTC 2003 por "Audiencia debida. Crónicas del sur" (Cablevisión Alcorta / Sacks Paz Televisora); y el Premio Juana Manso 2011 por "Estación Sur", en las mismas emisoras. En 2003 publicó "Historias a campo traviesa. Sangre, soledades y fuegos en la Argentina rural" (Tropiya / UNR Editora) y en 2009 "Combatiendo al capital. Rucci, sindicatos y Triple A en el sur santafesino" (Editorial Municipal de Rosario), en co-autoría con Jorge Cadús.