Crónicas

ALCORTA: DEL FRADE PRESENTÓ GEOGRAFÍA NARCO 2 / Jorge Cadús
NARCOTRÁFICO, PODER Y ESPERANZA

El periodista y diputado provincial Carlos del Frade presentó en Alcorta su libro "Narcotráfico, Poder y Esperanza. Geografía Narco 2". Un repaso por el mapa de los narconegocios a lo largo de toda la realidad santafesina, sus relaciones policiales, políticas u judiciales. Las relaciones entre el mundo del fútbol, la política y el lavado de dinero. La violencia desatada en las ciudades santafesinas. Y la vigencia de una esperanza que late al pulso de la rebeldía organizada.


SOMOS NOSOTROS
"Si no peleamos por nuestros sueños terminamos sufriendo la pesadilla que otros nos imponen".
Todo el peso contundente de la frase dicha por el periodista y diputado provincial Carlos del Frade quedó en el aire de una Biblioteca Popular colmada de miradas encendidas y escucha atenta. Un intercambio de ideas, dolores, historias, broncas pero también risas que apenas se distrajo segundos en los pasos cortos de las más chiquitas, que desde el abrazo y el juego se sumaron a la jornada.
Sucedió en la presentación del libro "Narcotráfico, Poder y Esperanza", de Carlos del Frade, organizada por El Encuentro -un espacio múltiple, diverso y fugaz- que una vez más reunió a instituciones y organizaciones sociales de nuestra región: Biblioteca Popular; Artmonía, Escuela de Música y otras Artes; Ni Una Menos Alcorta, Grupo Editorial La Chispa; Agrupación Vecino y Prensa Regional.

Antes, cuando la tarde inauguraba las primeras sombras, el dúo impecable de Jonatan Acuña y Eber Fratochi -dos que se entienden a la perfección a la hora de eso que se da en llamar "generación de climas" a partir de la música- abrió la jornada sosteniéndola en cuatro canciones notables.
Abrieron con versiones de la emblemática "Somos nosotros", de Raly Barrionuevo; la enorme "Garzas viajeras" (una creación de Anibal Sampayo muchas veces olvidada en el cancionero popular, aquella que marca una postal de los tiempos que corren: "vida de pobre, de esperanza se sostiene / doblando el lomo pa' que otros doblen los bienes…"); y una íntima recreación del clásico de Rubén Blades, "Hipocresía": "Los medios de información / aumentan la confusión / y la verdad es mentira y viceversa. / Nuestra desilusión / crea desesperación / y el ciclo se repite con más fuerza", sintetiza la letra de la canción en la versión candombeada del dúo local; que dice también: "perdida entre la cacofonía / se ahoga la voluntad de un pueblo entero…"
El broche de cierre fue con la vuelta de tuerca de la clásica "Zamba de mi esperanza", la obra escrita por Luis Profili allá por la década del '50, y grabada por Jorge Cafrune -aquel inmenso cantor popular definido por sus enemigos como "más peligroso con una guitarra que un ejército con armas"- en 1964. El dúo de Acuña y Fratochi concretó una versión con pulso renovado, marcando el compás de una tarde noche que empezaba a tejerse en la Biblioteca.

"Cómo se resignifica esta canción a partir de cada momento histórico", reflexionaría al rato el propio Del Frade, "a partir del lugar en que se la escucha, a partir también de quién la canta. Cada vez que uno la escucha, a medida que avanza en el tránsito hacia el universo, con nuestros dolores, con nuestros amores y nuestras pasiones, con nuestros muertos a cuestas, uno le descubre cosas nuevas. Y tiene que ver con esto de los caminos que son fundamentales para sentir que estamos vivos, que podemos ganar, y que estamos dispuestos a asumir un protagonismo histórico".
Algo de esa esencia rebelde deben de haber intuido quienes la prohibieron a partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Mucho más, seguramente, conocía el propio Cafrune de esa rebeldía que lo llevó a cantarla, a pesar de la prohibición y a pedido del público, en la tercera luna del Festival de Cosquín, en 1978, pocos días antes de caer asesinado por la dictadura militar en una ruta bonaerense.
En la tarde noche del martes, esa poesía inclaudicable de la Zamba volvió encender los fuegos dormidos en el umbral del misterio: "hundido, en horizonte / soy polvareda que al viento va. / Zamba, ya no me dejes / yo sin tu canto no vivo más…"

UNA GEOGRAFÍA NARCO
"La Argentina contemporánea está atravesada por las denuncias de connivencia de diferentes funcionarios, nacionales, provinciales, municipales y comunales, con el negocio paraestatal y multinacional del narcotráfico, una de las cinco vías con que se alimenta el capitalismo desde hace, por lo menos, cinco décadas, según consignan organismos tales como las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Organización del Comercio y Desarrollo Europeo y hasta el mismísimo Fondo Monteario Internacional", sostiene el Prólogo del libro que Carlos del Frade -actual precandidato a diputado nacional- presentó en Alcorta.
Y sintetiza: "funcionarios políticos y policiales pueblan los expedientes judiciales vinculados al negocio, mientras las cárceles duplican la cantidad de pibes y mamás jóvenes detenidos por vender pequeñas cantidades para gambetear los efectos de la pobreza impuesta y planificada. El negocio crece: por un lado se lavan dineros en los centros de las grandes ciudades y, por otro, se multiplican las muertes de los chicos y las chicas".
"La Argentina es un país narco. Una planificación que comenzó en aquellos negocios ilegales entre las dictaduras de Videla y Banzer. Con las rutas que siguen vigentes hasta el presente: la 11 y el río Paraná, para la marihuana que viene del Paraguay; por el aire y las rutas 34 y 38, para la cocaína que viene del Perú y Bolivia", consigna el autor en las páginas de "Narcotráfico, Poder y Esperanza".
Y describe que "hoy la Argentina es el tercer país exportador de cocaína y el segundo de metanfetaminas de América para el mundo. Los cinco negocios básicos del capitalismo son cada vez más implacables en el presente del país que soñó vivir con gloria cuando en el trono de la vida cotidiana se encuentre la noble igualdad. Hoy el sueño de la noble igualdad pierde por goleada. Hoy, entonces, la pesadilla de la innoble desigualdad, es ganadora permanente e impune. Petróleo, armas, medicamentos, narcotráfico y trata –las cinco vías, los cinco negocios del capitalismo- florecen en la Argentina".
Para Del Frade, "la cocaína, la marihuana y las metanfetaminas crecen, al mismo tiempo que esas fuerzas de seguridad nacionales refuerzan el control social sobre la pibada sin trabajo. Es más control social que supuesto combate contra el narcotráfico. Pero el macrismo ha hecho de esta idea, su relato. Por eso se exageran las calificaciones sobre los procedimientos de rutina en cualquier punto de la fenomenal geografía argentina".
"El negocio continúa porque no solamente es constitutivo al capitalismo, sino también al corazón de su esencia: no hay persecución alguna a los delincuentes de guante blanco, los verdaderos titiriteros del negocio", señala el periodista rosarino: "en el relato del combate al narcotráfico que asumió la administración del ingeniero Mauricio Macri, hay inflación de personajes orilleros pero pocos banqueros, jueces, políticos o funcionarios estatales. El clasismo del sistema: vigilar y castigar por abajo, mirar para otro lado cuando las causas están por arriba".
En este marco, durante este último año "hay una novedad que se expresa en las cifras", escribe Del Frade: "hay menos homicidios en las principales provincias argentinas relacionadas con el negocio narcopolicial. Pero esa realidad también es dual. Los asesinatos narcos se hacen cuando quieren las bandas. Ahora el problema no es la cantidad, sino la calidad. Se descendió a un círculo de mayor profundidad en relación a la violencia. La realidad es más densa, más compleja. Las propuestas del gobierno, en un año electoral donde se eligen las autoridades del medio mandato, son duplicar las cárceles, bajar la edad de punibilidad y reducir la pena a los condenados por delitos de lesa humanidad".

RECONFIGURACIONES
"Yo creo que estamos ante una reconfiguración de las bandas que hacia el año 2012 habían aparecido especialmente en el Gran Rosario, pero que ya venían desarrollándose por lo menos desde el año 2006. Una reconfiguración que no es solamente de delincuentes privados sino que son bandas narcopoliciales sobre todo en la base, los títeres, incluso títeres macabros -como siempre decimos- pero que además tienen titiriteros, los que lo manejan, porque después invierten ese dinero sacado desde el delito, desde la narcocriminalidad y otros delitos, invierten en cajas de cambio, casas de cambio, bancos, porque son empresarios, contadores, abogados y sectores corruptos de la política nacional, provincial, municipal y comunal", señala Carlos del Frade en diálogo con Prensa Regional.
Y describe que "vemos a partir del año pasado una reducción de homicidios especialmente en departamentos La Capital y Rosario; y un corrimiento de los sectores secundarios que rodean a estas bandas hacia otros sectores de la provincia, como Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán y San Lorenzo. Y en forma paralela vemos un enrarecimiento del manejo del Servicio Penitenciario provincial, donde aparecen privilegios que expresan la continuidad de los negocios de quienes hoy están presos, que cambian las zonas liberadas que les ponía la policía en su momento y ahora les brinda el Servicio Penitenciario".
Para el periodista y legislador provincial, "estamos en un contexto de reconfiguración de las bandas; de enrarecimiento de la cuestión política judicial, que tiende a privilegiar como siempre a los delincuentes de guante blanco; y con una gran incidencia de los medios de difusión para tapar las pocas investigaciones que hay sobre lavado de dinero. ".
Por otro lado, Del Frade marca que "en el sur de la provincia de Santa Fe están las ramificaciones de las bandas de Ascaíni, Orozco y demás. Esas líneas las siguen explotando los segundos, los terceros o los allegados. No se cortaron las redes de comercialización. Se habrán reconfigurado los que recaudan en una primera instancia el dinero; y probablemente hayan cambiado las maneras de hacer circular la droga, acentuando la cuestión de los deliverys, la utilización de los teléfonos celulares, otros tipos de transporte. Pero evidentemente quienes quedaron libres de estas bandas siguen tributando a los capos que desde la cárcel, administran el negocio. Eso está pasando con el Guille Cantero y el Pollo Bassi, desde Coronda. O incluso con Quique Leiva, jefe de la barra de Colón, también desde Coronda".

ESTACIÓN ESPERANZA
"Para empatarle a la seducción de la droga hay que acercarle a nuestros pibes deporte, educación, trabajo, cultura y alegría. Hoy un pibe está más cerca de un arma que de un trabajo. Necesitamos que nuestros pibes no elijan la seducción de las drogas y las armas", consigna con precisión el legislador provincial.
Y comparte una postal final que lleva toda la carga de la vida estragada de estos arrabales.
"Un pibe de barrio Emaús me dijo en mitad de una charla: yo tengo 16 años y sé que a los 21 me matan o me muero. A los 30 soy viejo. Lo que único que quiero es tener un par de buenas llantas y un buen celular, y nada más. Así que no me digas lo que está bien o lo que está mal. Porqué lo que está bien nunca lo voy a tener. Lo único que te pido es que si vos me decís algo, estés acá para cumplirlo", cuenta el periodista.
Y describe toda la angustia que es capaz de generar esa cruda descripción del borde delgado que separa -y une- la muerte a la vida: "Cuando el pibe me dijo eso, con cincuenta libros escritos, con miles de charlas, con decenas de premiso, no supe qué contestar. No encontré las palabras. Después, cuando en mi casa escribí lo que me había dicho ese pibe, me di cuenta que la frase tenía dos partes. Una primera parte, con la conciencia de la pesadilla. El pibe que te dice que sabe que a los 21 años es boleta. Pero hay una segunda parte: el pibe me pide que si le digo algo, esté cerca para cumplirlo. Un pedazo de receta política que me estaba ofreciendo, en medio de la desesperación. Una receta que habla de cercanía, afecto y compromiso. Aquello que solían repetir nuestros viejos, lo que digo con el pico lo sostengo con el cuero. Ahí entendí que luchar contra el narcotráfico es luchar contra el capitalismo. Y es muy difícil que la lucha contra el capitalismo lo lleven adelante los que auspician su permanente desarrollo. Pero también luchar contra el capitalismo supone darnos cuenta de la esperanza cotidiana, sabiendo que la pelea es pibe por pibe. Sabiendo también que hay que organizar la rebeldía".
Deporte, educación, trabajo, cultura y alegría.

"El presente está abierto", puntualiza Carlos del Frade, más allá de todos los pesares.
Aquella esperanza que sostiene la vida cotidiana más allá de la intemperie, cantada por Sampayo. Aquella esperanza del Turco Cafrune, que nos arrastra a los caminos aún en mitad de las más violentas polvaredas.
Aquella esperanza vive, late y sueña en otro futuro posible, abierto en el presente.
Porque como advierte el propio Del Frade, "la esperanza se construye protagonizando la historia y diciendo lo que los demás callan. Las transformaciones sociales y políticas dependen de ese protagonismo. No alcanza con pedir permiso para vivir. Vivir no es zafar. Vivir es pelear cada día para hacer realidad cada sueño que tenemos. Porque si no peleamos por nuestros sueños terminamos sufriendo la pesadilla que otros nos imponen".


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Jorge Cadús: Es periodista. Es redactor y editor del periódico El Prensa; y columnista de varias páginas web de noticias. Forma parte del grupo fundador del Proyecto de Comunicación Alapalabra, de Madres de Plaza 25 de Mayo de Rosario. Es autor de "Postales de un desierto verde" (Tropiya ediciones, 2004); "Un tiempo ayer ceniza. Historias de la dictadura en el sur de la provincia de Santa Fe" (EMR, 2006) junto a Facundo Toscanini; "Combatiendo al capital. 1973-1976. Rucci, sindicatos y Triple A en el sur santafesino" (EMR, 2009), en colaboración con Ariel Palacios; "La Transa. Crónicas del narcotráfico" (Grupo Editor Postales, 2015); "Los días que vivimos en peligro. La destrucción del trabajo en la región 2015/2018)" (La Chispa, 2018) y "Alcorta: La ciudad invisible" (Grupo Editor Postales, 2019). Obtuvo dos veces el Premio Ciudad de Rosario por estos trabajos. En TV fue director periodístico de "Audiencia Debida. Crónicas del sur"(2000/2002); "Estación Sur. En los rieles de la Patria" (2010/2011) y "Tercer Tiempo. El relato salvaje" (2013/2015); todos en la señal Cablevisión Alcorta / Sacks Paz Televisora. Por esos programas obtuvo los premios ATVC 2001 y ASTC 2003 como mejor programa periodístico; y el Premio Juana Manso 2011 por su abordaje de las problemáticas de género. Desde el año 2006 a la fecha ha dictado en numerosas escuelas de la zona charlas y talleres abiertos sobre el terrorismo de Estado en la región. En el 2011 fue distinguido con el Premio Regino Maders por su trayectoria periodística y su compromiso militante.